Consejos para sentirte en equilibrio en la temporada navideña
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Burbujas de cava en la puerta de la nevera. Bombones de chocolate. El aroma a recién horneado desde la cocina. Las interminables tablas de quesos. Sofás acogedores y películas navideñas. Bebidas festivas y calendarios llenos.
La Navidad para muchos es la época más maravillosa del año, y sin embargo también puede estar llena de alcohol, ser excesivamente indulgente, perezosa y francamente agotadora. Conducir a casa por Navidad, fiestas de oficina, copas con amigos, marcar la lista de regalos, encontrar el atuendo perfecto de Año Nuevo y abordar el disfraz de la obra de teatro navideña de los niños. ¡No es de extrañar que a la mayoría de las personas les resulte difícil mantener sus hábitos de bienestar también!
Pero no tiene por qué ser así. Aquí tienes nuestros mejores consejos para mantener el equilibrio y disfrutar de la temporada festiva.
Nutrición consciente
Muy a menudo, las personas descartan por completo cualquier idea de equilibrio durante todo el mes de diciembre, luego pasan gran parte del tiempo sintiéndose culpables por excederse o se encuentran en mal estado de salud al llegar enero. Sin embargo, los estudios demuestran que lograr un buen equilibrio entre la indulgencia ocasional y los alimentos que benefician nuestra salud es muy importante para nuestro bienestar.
Practicar una alimentación consciente puede ser una gran herramienta. Lo primero es darse permiso. Los estudios muestran que, cuando se trata de comidas más indulgentes, la culpa anticipada - incluso antes de comer - reduce considerablemente el placer que obtenemos de ellas. Además de nutrirnos, la comida también es una fuente de alegría y conexión.
Intenta mantenerte presente mientras comes para favorecer un ritmo más lento e intencional y una mejor masticación, optimizando la digestión y ayudándote a reconocer cuándo estás saciado. Tómate tu tiempo para saborear cada bocado, deja a un lado la culpa y potencia los beneficios que el disfrute aporta al bienestar.
La variedad es el toque que le da sabor a una vida saludable. En lugar de evitar ciertos alimentos para reducir las porciones, prueba a servirte una pequeña cantidad de todo lo que te apetezca. Esto no solo beneficia a la microbiota, que adora la diversidad, sino que además los estudios muestran que cuanto más variado es el plato, más satisfechos nos sentimos.

El festin
¡Afortunadamente, los alimentos de temporada navideña son también aliados nutricionales!
Los arándanos son ricos en polifenoles y algunos estudios sugieren que podrían ayudar a mejorar la memoria (perfecto para esos juegos después de la cena) y ofrecer cierta protección frente a la demencia. Añádelos a tus ensaladas, mézclalos en un porridge invernal o sírvelos junto con queso.
Las coles de Bruselas. Las amas o las odias (y si las odias, te retamos a rostizarlas… cambia el juego por completo). Son una excelente fuente de vitamina C y folato. Además, pertenecen a la familia de las crucíferas, son aliadas esenciales para la función hepática y la detoxificación. Muy útil para nuestro organismo.
Las castañas son una fuente fabulosa de fibra y contienen una serie de antioxidantes protectores: vitamina C, luteína y zeaxantina, además de polifenoles vegetales clave para proteger la salud celular. Un maridaje perfecto para las coles de bruselas.
Probablemente ya sabes que el pavo es una gran fuente de proteína, pero también destaca por su contenido en triptófano y en vitaminas del grupo B (como la B6 y la B12). Todos estos nutrientes contribuyen a un sistema inmunitario fuerte y pueden favorecer un mejor descanso.
Consejo clave: acostúmbrate a pedir siempre una guarnición de verduras verdes con tu cena, o fruta junto a tus postres, para mantener un buen aporte de alimentos vegetales. Tus microbios intestinales te lo agradecerán.
Movimiento con alegría
Encontrar tiempo para entrenar ya es complicado en una semana normal, y más aún cuando la agenda está llena y la vida va a toda velocidad. La buena noticia es que no necesitas pasar horas en el gimnasio para mantenerte saludable. Un estudio reciente muestra que la frecuencia con la que hacemos ejercicio es tan importante como la duración. Las personas que realizaron pocos pero constantes ejercicios de bíceps ganaron más fuerza que quienes hacían entrenamientos largos con menos regularidad. Así que, si vas justo de tiempo, apuesta por ejercicios breves y fáciles de integrar en el día a día: mantén una sentadilla apoyado en la pared mientras hierve el agua o haz unas flexiones mientras la cena se cocina.
Dar un paseo suave después de comer también puede ayudar a evitar esa sensación de pesadez postprandial. Si mueves el cuerpo dentro de los 90 minutos posteriores a la comida, reduces el bajón de glucosa que provoca letargo y que, a largo plazo, puede influir en la salud metabólica.
Es hora de fiesta
Las fiestas navideñas son un momento perfecto para desconectar, celebrar con amigos y familia y disfrutar de comida y bebida deliciosas. Pero, como todo, incluso las cosas “buenas” en exceso pueden descompensarnos: las noches hasta tarde, las comidas ricas y demasiado alcohol durante un mes entero pueden dejarnos con un estado de ánimo bajo, sintiéndonos cansados, agotados y más lejos que nunca de nuestros objetivos de salud.
Ahora, no hay necesidad de evitar las fiestas por completo. Socializar trae muchos beneficios felices, ¡así que aquí están nuestros mejores consejos para ayudar a que tu cuerpo se mantenga resplandeciente cuando los cócteles estén llamando!

Preparación antes del evento
Si vas directo del trabajo a unas copas navideñas, es buena idea ir preparado. Toma un desayuno y un almuerzo nutritivos, llenos de verduras y con algo de grasas saludables y proteína. Antes de salir a reunirte con tus amigos, opta por un snack saludable, por ejemplo, una tortita de avena con hummus o una manzana con crema de maní o almendra. Así es más probable que tomes decisiones más equilibradas o que disfrutes de la comida con más calma, en lugar de llegar con un hambre voraz.
Hidratación
Si decides beber alcohol durante una salida, intenta alternar cada bebida con un vaso de agua. Te ayudará a marcar tu propio ritmo, porque muchas veces bebemos demasiado rápido simplemente por sed. Disfruta y saborea tus bebidas.
Mantenerse bien hidratado en los meses de invierno es fundamental para cuidar la salud. No solo permite que el sistema inmunitario funcione de forma óptima -las mucosas necesitan hidratación, y son una de nuestras primeras líneas de defensa-, sino que, si vas a beber alcohol, es aún más importante. El alcohol hace que el cuerpo elimine líquidos con mucha más rapidez a través del sistema renal (riñones y vejiga) que otras bebidas, lo que aumenta el riesgo de deshidratación y todos sus efectos.
El sueño es tu aliado
Beber alcohol y alterar los horarios de descanso desbarata por completo los ciclos de sueño. Dormir es lo que restaura, repara y revitaliza todos los sistemas del cuerpo. Así que, del mismo modo que planificas tus noches de fiesta, planifica también tus noches de descanso. Intenta tomar al menos tres días consecutivos sin alcohol y disfruta del placer de no hacer planes.
Aprovecha esos días para cuidarte. Ponte una película navideña, acurrúcate en el sofá con tu pijama, un chocolate caliente saludable con Cacao + Collagen. Prueba una sesión suave de yoga o una meditación antes de dormir, usa aceites esenciales relajantes como lavanda o vetiver y sumérgete en un buen libro. Estas rutinas tan sencillas crean un precioso contraste con el ritmo festivo y te ayudan a encontrar alegría en lo cotidiano.
¿Resaca? Empieza el día con un desayuno rico en proteína y algo de verde - por ejemplo, unos huevos acompañados de un smoothie verde con colágeno. El hígado necesita proteína para funcionar correctamente, y las verduras aportan vitaminas del grupo B y minerales que probablemente estés necesitando, ya que el alcohol agota muchos nutrientes esenciales. Si bien una pizza o alimentos densamente caloricos pueden ser tentadores, son extremadamente difícil de digerir y el hígado tiene problemas con el queso derretido y los alimentos fritos y grasosos, ¡lo que extiende su resaca por más tiempo!

Criaturas de hábitos
Mantener nuestros hábitos saludables durante la temporada festiva puede resultar complicado y, a veces, generar ansiedad o una sensación de fracaso cuando no logramos mantenerlo todo bajo control. Esto suele desembocar en el clásico “ya empezaré de nuevo en enero”. Pero, en lugar de esperar al nuevo año, tu cuerpo te lo agradecerá si consigues mantener un par de hábitos claves. Relájate, baja las exigencias -estás aquí para disfrutar-, pero procura conservar al menos tres no negociables. Los cheat days (o cheat months) pueden ser muy perjudiciales para nuestra relación con la comida. El ciclo de darse atracones y luego restringir no solo confunde al cuerpo, sino que también distorsiona la forma en la que nos relacionamos con los alimentos.
Durante la época festiva, tus “no negociables” pueden ser más flexibles que el resto del año; lo importante es la constancia. Aquí tienes algunas ideas para elegir tus propios no negociables (elige tres y mantenlos durante todo diciembre):
- Bebe 2 litros de agua al día
- Añade colágeno a tu bebida matutina o vespertina.
- Comas lo que comas, cómelo con atención, despacio y saborea cada sabor.
- Recuerda tomar tus suplementos diarios
- Disfruta de un desayuno nutritivo (que incluye verduras frescas, frutas y proteínas) todos los días.
- Sal al exterior y aprovecha la luz del día al menos 20 minutos.
- Mueve tu cuerpo un poco cada día (3 x 10 minutos a lo largo del día), por ejemplo: sube escaleras, aparca a 10 minutos y camina, estira o ponte de pie entre reuniones.
- Medita 10 minutos al día.
- Incluye verduras en cada comida.
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Duerme 8 horas siempre que te sea posible.
- Limita el uso de pantallas 2 horas antes de acostarte.
- Lleva contigo snacks saludables para estar preparado.